CERRO COLORADO: UNA JOYA EN EL NORTE CORDOBÉS
En nuestro roadtrip por el norte de Córdoba conocimos una verdadera “joya” que tiene nuestro país y de la que no se habla demasiado: Cerro Colorado; declarado Monumento Histórico Nacional en 1961.
Apenas comencé a buscar información sobre este destino quedé maravillada.
Esta localidad está situada a 160 km de la ciudad de Córdoba. Nosotros estábamos alojados en Villa del Totoral, así que nos tomó sólo 1 hora llegar en auto.
Visitar Cerro Colorado es encontrarte con la huella arqueológica de los pueblos originarios. Su nombre se debe al color rojizo de sus cerros, los tres principales: el Cerro Colorado, el Veladero y el Inti Huasi.
RESERVA NATURAL Y CULTURAL CERRO COLORADO
En 1992 Cerro Colorado fue declarado Reserva Natural y Cultural. Y en 2008 se eligió como la 4ta Maravilla Natural de Córdoba.
Es uno de los centros pictóricos de arte rupestre más importantes del país. Allí se pueden ver pinturas de los pueblos originarios, los comechingones y sanavirones, de hasta 2000 años de antigüedad. Ocupa un total de 3000 hectáreas.
En esta reserva hay cientos de aleros, pero solamente algunos pueden ser visitados, y siempre, junto a un guía habilitado de Cerro Colorado. Desde turismo les brindarán los contactos de los guías para que puedan comunicarse con alguno de ellos y coordinar la visita.
Jorge, nuestro guía, fue súper atento y nos enseñó mucho sobre la historia del lugar.
La visita guiada dura aproximadamente 1 hora.
Además de ver las pinturas rupestres, a continuación les cuento lo que pueden visitar en Cerro Colorado.
IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Una iglesia sencilla pero hermosa con piedras labradas en su exterior.
CASA POZO
Es una réplica de la vivienda que construían los pueblos originarios.
CASA MUSEO DE ATAHUALPA YUPANQUI
Debo decir que este lugar me dejó enamorada. El entorno que rodea esta casa museo es increíblemente bello. Naturaleza, paz, el río, el cerro de fondo. Hay que verlo con los propios ojos.
El ingreso cuesta 300 pesos por persona.
Este es el lugar que eligió Atahualpa para construir su casa. Realmente, es un paisaje de cuento.
La casa museo puede fotografiarse por fuera y en el patio, pero en el interior está prohibido tomar fotos o videos. Allí te dan una visita guiada por cada uno de sus espacios y se pueden ver muebles, instrumentos, objetos personales e incluso documentos que pertenecían a Atahualpa. Al salir al patio, encontramos el lugar donde están depositadas sus cenizas (tal como él había pedido) y un busto mirando hacia el cerro.
Además, hay un sendero llamado “El Silencio”, que se trata de un camino natural por donde él caminaba para inspirarse en sus canciones. Hoy se puede recorrer y disfrutar de la paz del lugar. A los costados del camino hay piedras con frases de sus canciones.
También se puede visitar el “Paseo de Cactus”, con una gran cantidad y variedad de estas plantas. Una belleza.
Y como si fuera poco, podés sentarte a comer alguna de las delicias que preparan en el Bar Nenette (debe su nombre a quien era su esposa), que incluso tiene unas vistas privilegiadas.
En definitiva, Cerro Colorado me pareció un destino único, con un encanto especial y mucha historia. Conocías este hermoso lugar?
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